Dos amigos estaban charlando en un bar:
Pues estoy preocupado porque últimamente mi mujer
no pone ningún interés cuando hacemos el amor,
y encima no se queda satisfecha.
Bah, no te preocupes, eso es por la rutina.
A mí me pasaba lo mismo hasta que descubrí una solución.
Mira, cuando noto que está perdiendo interés
lo que hago es sacar una pistola de agua
y pegarle un tiro en la cara
con la impresión del susto se vuelve a excitar
y todo va perfecto.
¿De verdad? Pues voy a probarlo.
Al cabo de unos días vuelven a verse:
Hombre, ¿cómo te ha ido con tu esposa?
¡No me hables! Resulta que estábamos haciendo un 69
cuando noté que estaba cansándose,
así que saqué la pistola y le disparé.
Se cagó en mi cara, me arrancó el pito de un mordisco
y del armario salió un negro con las manos en alto.
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