GRACIAS POR TU VISITA

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lunes, 5 de septiembre de 2016

TENER SEXO, TENER SEXO


Resultado de imagen de FOTO El Doctor, después de ver la Historia Clínica


El Doctor, después de ver la Historia Clínica 
de su paciente, le pregunta:
-¿Fuma?
- Poco
- Pues, considérelo y déjelo,
-¿Bebe?
- Poco
- Pues, considérelo y déjelo. 

¿Practica algún deporte?
- Ninguno
- Pues, considérelo y hágalo.
- ¿Tiene sexo?
- Poco
- Pues, considérelo. 

Tenga sexo, mucho sexo...
¡¡lo máximo posible!!

El hombre regresa a su casa 

y le cuenta a su mujer:

- El Doctor me recomienda dejar el tabaco, 

la bebida, hacer deporte 
y sobre todo, tener sexo, 
mucho sexo, 
todo el sexo que sea posible

Dicho lo anterior, se mete en la ducha, 

momento que la esposa se pone un picardías, 
se perfuma y maquilla provocadoramente, 
esperando que salga su marido del baño.

Éste sale y empieza a vestirse, 

a perfumarse y se pone su mejor traje.

La esposa sorprendida, le pregunta:
- ¿Dónde vas?
-
Te dije que el Doctor sugirió tener sexo, 

mucho sexo, lo máximo posible...

-Sí, mi amor, eso fue lo que te escuché decir 

y por eso me puse así para ti
- ¡¡AY CAAARMEN, 

TÚ SIEMPRE tocando los cojones 
con TUS REMEDIOS CASEROS.

GENIAL, COMO LA VIDA MISMA

Resultado de imagen de FOTO Un grupo de amigos cuarentones
GENIAL, COMO LA VIDA MISMA.
Un grupo de amigos cuarentones se encuentran para elegir el sitio donde van a cenar todos juntos. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central, porque las camareras son guapas, llevan minifalda y escotes generosos.

Diez años después, los mismos amigos, ya cincuentones, se reúnen de nuevo para elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central, porque el menú es muy bueno y hay una magnífica carta de vinos.

Diez años después, los mismos amigos, ya sesentones, se reúnen de nuevo para elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central, porque es un sitio tranquilo, sin ruidos y tiene salón para no fumadores.

Diez años después, los mismos amigos, ya setentones, se reúnen de nuevo para elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central, porque el restaurante tiene acceso para sillas de inválidos e incluso hay ascensor.

Diez años después, los mismos amigos, ya octogenarios, se reúnen de nuevo para elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central, y todos coinciden en que es una gran idea porque nunca han cenado allí.

EL DENTISTA Y LA ANESTESIA

Resultado de imagen de FOTO EL DENTISTA Y LA ANESTESIA.
EL DENTISTA Y LA ANESTESIA.
El dentista le explica al paciente 
que debe extraerle una muela,  
para lo cuál lo va a anestesiar.

Comienza a preparar la jeringa 

cuando el hombre lo interrumpe:

- Nada de agujas......
le tengo pánico a las agujas...

- Bueno, dice el dentista, 

vamos a anestesiar con un poco de gas.


- No doctor, no soporto tener la máscara de gas en la cara.

El dentista trae una pastilla 

y se la da al paciente, que se la toma sin protestar

- Con las pastillas no hay problemas...

¿que es lo que acabo de tomar?

- Viagra.... -dice el dentista.

-Viagra?...¿para qué me dio Viagra?

Para que tenga donde agarrarse 

mientras le saco la muela sin anestesia.

CON DOS COJONES

Resultado de imagen de FOTO CON DOS COJONES....
CON DOS COJONES....
Una monja y un sacerdote cruzaban el desierto del Sahara montados en un camello. 
Al tercer día, una tormenta de arena los atrapó 
y se vieron obligados a buscar un refugio 
para guarecerse de ella. 
Cuando acabó la tormenta, 
ambos religiosos se percataron que el 
camello estaba muerto. 

Entonces el sacerdote dice a la monja: 
Hermana, esto se ve muy mal, 

difícilmente sobreviviremos dos días aquí 
y el campamento más cercano 
se encuentra a una semana de camino. 
Así que ahora que sabemos que no sobreviviremos, 

quiero pedirle un favor. 
¿Cuál? 
Nunca he visto los senos de una mujer. 

¿Podría ver los suyos?. 
La monja, un poco sorprendida, 

le responde: 
En las circunstancias en 

que nos encontramos, 
no veo ningún problema. 
Y mostró sus senos al cura. 

Este, entonces, le dijo: 
Hermana, ¿le importa si los toco?. 
La monja no puso ninguna objeción 

y se los dejó tocar. 
Después de unos minutos, 

con una picarona sonrisa, 
le dice al cura: 
Padre, ¿puedo pedirle yo ahora un favor?. 
¡Claro! 
Nunca he visto el pene de un hombre. 

¿Me dejaría ver el suyo?. 
Pues...en las circunstancias en 

que nos encontramos, 
no veo el posible daño, madre. 
Y entonces se lo mostró. 
¿Lo puedo tocar?, preguntó la monja. 
Pues...tócalo!! 
Después de varios minutos de tener la atención 

de la monja, el padre ya "armado" 
no puede contenerse 
y acercándose a ella, le dice al oído: 
Hermana...

¿Sabía que si lo inserto en el lugar correcto, 
puedo crear vida?. 
¿De verdad? 
¡Por supuesto!!. 
¡Qué bien, Padre!. 

¡¡Métaselo al camello 
y vayámonos de aquí!!