sin saber que a su abuelita se la había comido el lobo,
entra a la casa y dice:
-Abuelita, que ojos tan grandes tu tienes.
Y la abuelita dice:
-Es para verte mejor.
Nuevamente, Caperucita mira a su abuelita y dice:
-Abuelita, que orejas tan grandes tu tienes.
Y la abuelita dice:
-para escucharte mejor.
Caperucita vuelve a insistir:
-Abuelita, que nariz tan grande tu tienes.
Y la abuelita le dice:
-Es para olerte mejor.
Abuelita que boca tan grande tu tienes.
Y la abuelita contesta ya cansada de sus preguntas:
-¿A que viniste, a visitarme o a criticarme?
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